El género formado por las Dieffenbachia goza de plantas de impresionante follaje y forman parte de la familia de las Araceae.
Posee tallos erectos, fuertes pero carnosos y que en ambientes favorables pueden alcanzar 1´5 m de altura. Muy decorativa se emplea ampliamente en la decoración de interiores, tanto sola como en arreglos con otras plantas.
Esta variedad de Diefembaquias tiene un follaje casi completamente de color blanco crema o blanco verdoso, con un borde muy estrecho de color verde.
Para que la coloración de las hojas mantenga esa intensidad necesita de una iluminación potente pero alejadas del sol. Las suaves hojas nacen enrolladas, son grandes, oblongas terminadas en punta y con un nervio central prominente.
Ubicarla en una situación donde exista corrientes de aire o las temperaturas bajas en invierno se traducirán en la caída de las hojas, y, los bordes secos en el follaje es un indicador de que la planta está ubicada en un lugar de ambiente seco y no se le riega lo suficiente.
En verano hay que pulverizarla regularmente para aportarle una dosis de humedad adicional, asimismo es beneficioso de vez en cuando una buena ducha suave de agua que mantendrá el follaje limpio.
Al arrancar su ciclo productivo (primavera) se debe iniciar un abonado quincenal, con una medida inferior a lo recomendado en la etiqueta, continuando hasta el otoño que se va reduciendo para dejar de abonar en absoluto desde mediados de esa estación hasta la llegada de la primavera.
El abono apropiado para esta planta es el que se utiliza para especies de hoja.
Las inflorescencias son las típicas de la familia, compuesta de un espádice y una espata. No es raro que florezca en interior pero no participa en nada en la belleza de la planta.
Con el tiempo la planta va perdiendo las hojas más bajas dejando sólo un penacho en la parte superior, algo por otra parte de lo más natural en la especie, pero eso puede afear el aspecto del ejemplar.
La fórmula más sencilla para reparar ese aire antiestético consiste en pasar el ejemplar a una maceta más amplia con el fin de que pueda acoger otra planta más pequeña que cubra la parte despejada de hojas.
Como sucede con todas las Diefembaquias es también tóxica, por lo que no hay que dejar que los niños la manipulen ni que las mascotas la mordisqueen.
También conviene tomar medidas de desinfectado sobre las herramientas utilizadas si se corta alguna parte de la planta y lavarse bien las manos finalizada la tarea.
Por lo general no requiere de un trasplante anual, bastará hacerlo cada dos años, momento en el que se puede analizar el estado de las raíces y hacer una limpieza si fuese necesario.
La fase del trasplanta puede utilizarse para hacerse con nuevos ejemplares mediante los tallos nuevos que brotan de la planta, si la planta cuenta con varios troncos permite la división de los mismos con sus raíces.