Podríamos considerar al género Pinus como
el género de bonsai por excelencia, ya que cualquier persona no aficionada o
principiante se imagina un pino cuando hablamos de bonsai.
Más allá de esto, sin duda, este es uno de los
géneros más conocidos, empleados y apreciados por los aficionados y maestros al
bonsai debido a su belleza, longevidad y por ser perennifolio, lo que nos
permite disfrutar del color verde de su copa durante todo el año y durante toda
una vida.
El género Pinus pertenece a la
familia de lasPináceas y está compuesto por unas 80 especies,
la mayoría en el hemisferio norte.
En esta ocasión nos vamos a centrar exclusivamente
en el pino albar (Pinus sylvestris L), por ser una de las
especies de pino más adecuadas para cultivo como bonsai en Europa. (En
sucesivos números de Infobonsai tendremos ocasión de hablar de otras especies
de este género).
Linneo le denominó silvestre (sylvestris)
por un pino que crecía de forma natural en su país.
Se extiende desde Asia hasta España y el círculo
polar, lo que ha provocado la existencia de una gran cantidad de variedades en
función de la zona geográfica.
Como ya hemos dicho, el pino albar es un árbol
perennifolio, de corteza con escamas de color gris pardusco en la base y
láminas, que se desprenden, de color pardo rojizo o anaranjado en la parte
superior del tronco.
Sus hojas, denominadas acículas, son rígidas y de color
verde azulado, de un tamaño de 3 a 10 cm. y que nacen agrupadas de dos en dos.
Florece a mediados/finales de la primavera y sus piñasmaduran durante el otoño del año siguiente.
El tronco, ramas y hojas posee unas glándulas que
producen resina, una sustancia viscosa y muy aromática que sirve para
cicatrizar las heridas, cerrando el paso a la pérdida de savia o a la entrada
de enfermedades (hongos, virus, etc.)
Su hábitat natural son las montañas, soportando las
heladas y cualquier tipo de suelo, pero con un cierto grado de humedad, ya que
no aguanta bien la sequía. Puede alcanzar más de 35 metros de altura.
Situación
|
Debe cultivarse en el exterior a pleno sol durante
todo el año, controlando adecuadamente el riego, ya que así conseguiremos un
crecimiento sano, con una ramificación mucho mayor y frondosa. No tolera la
semisombra y mucho menos la sombra.
Necesita sentir el paso del frío invernal y
permitir que la primavera le provoque el despertar de las yemas en reposo. Si
lo protegemos del frío y el la temperatura es demasiado suave o templada
puede brotar antes de tiempo, lo que le debilitará. La situación exterior durante
todo el año, además de garantizar su correcto cultivo, nos ayudará a reducir el
tamaño de sus hojas.
Una vez encontrado su emplazamiento más adecuado,
no conviene moverlo de sitio porque se resiente con los traslados, sobre todo
si son frecuentes.
Riego y abono
|
En general, los pinos viven en suelos pobres y
secos. Aparentemente, esto podría hacernos suponer que necesitan poca agua,
pero hay que tener en cuenta que éstos tienen raíces muy profundas que pueden
alcanzar capas de tierra muy ricas en agua. Es decir, aunque los pinos vivan en
terrenos secos, esto no significa que no necesiten agua y, por tanto, por el
hecho de quenuestro bonsai sea un pino no debemos descuidar su
riego. De vez en cuando puede dejarse secar
bien la tierra, pero no de forma habitual.
Los riegos deben ser cada vez que se seque la
superficie de la tierra, haciéndolo a fondo, es decir, hasta que salga
abundante agua por los agujeros de drenaje, evitando tanto el encharcamiento
permanente de la tierra, para evitar un exceso de humedad que pudra sus raíces,
como dejar totalmente seca la tierra. Prefiere los suelos muy bien drenados.
Conviene utilizar una regadera con agujeros lo más
finos posible para que el agua penetre mejor en la tierra y lo haga con
suavidad. (comprar regadera)
No hay que pulverizar las hojas ni mantener
ambientes excesivamente húmedos de forma artificial porque correremos el riesgo
de que aparezcan hongos.
Abonar con frecuencia con un abono orgánico de
calidad, especialmente durante la época de crecimiento vigoroso, es decir, en
primavera y también durante el otoño. Durante el invierno y la época más
calurosa del verano debe reducirse la cantidad de abono porque son épocas con
escaso o nulo crecimiento. (comprar abono orgánico)
Podemos ayudar a reducir el tamaño de las hojas,
además de con una buena exposición exterior a pleno sol con el suministro de
abonos más ricos en fósforo (P) y potasio (K) que en nitrógeno (N) para no
fomentar el desarrollo de sus hojas, además así fomentamos la fructificación.
Durante el comienzo de la primavera, cada 3 ó 5
años, justo un poco antes de que comience la brotación del año, cuando los
brotes están hinchados. También puede trasplantarse durante el verano, justo en
el momento quedetiene su crecimiento y el movimiento de savia se
ha ralentizado.
No es obligatorio, pero si utilizamos hormonas de
enraizamiento con fungicida facilitaremos el éxito del trasplante al estimular
el desarrollo de las raíces. Debes ser lo más rápido posible durante el
trasplante y evitar que las raíces se sequen por estar demasiado tiempo en
contacto con el aire.
Una buena mezcla
de sustrato para un Pinus sylvestris podría
ser una mezcla de tierra con un 50% de arena de grano grueso o material
equivalente (tierra volcánica, etc.), 40% de mantillo y 10% de turba, o
cualquiera de las mezclas preparadas que podemos encontrar en las tiendas
especializadas, como por ejemplo, la bidama.
En todo caso, tiene que ser una mezcla con un excelente drenaje.
No hay que olvidar que la tierra utilizada debe ser
siempre nueva y limpia y nunca reutilizada de otros cultivos para así evitar
contaminaciones (hongos, enfermedades, plagas, etc.) que hubieran podido
afectar a otros árboles.
La época más adecuada para la poda de ramas es
durante la primavera y ésta se debe realizar acortando de 1/3 a 2/3 la longitud
de la rama. (comprar tijeras)
Si pinzamos cada 2 años, conseguiremos ejemplares
compactos y hojas más pequeñas. También podremos eliminar todos los brotes
nuevos de la primavera en los ejemplares sanos, con objeto de conservar su
estilo.
Las acículas del tronco o ramas de años anteriores
o viejas y que no nos sirven deben eliminarse tirando de ellas con la mano
hasta arrancarlas, aunque hay que hacerlo con prudencia en los árboles jóvenes
para no debilitarlos en exceso ya que les disminuimos su capacidad de realizar
la fotosíntesis y por tanto su capacidad de desarrollo.
La forma de emplear la poda como técnica de
modelado es dejar crecer las ramas y podar en función de la dirección deseada.
Debes fijarte en la dirección que te interesa para la nueva rama (izquierda o
derecha) y eliminar el brote no deseado. Esta técnica te permitirá un aumento
de la ramificación en la dirección elegida.
Los pinos suelen modelarse en los estilos: moyogui o recto informal, chokkan o recto formal, shakan o inclinado, bunjin o literati, kengai o cascada, o yose-ue o bosque, aunque todo depende de tu
imaginación y gustos.
Conviene eliminar las hojas marchitas para evitar
la aparición de hongos y las ramas no deseadas o secas pueden eliminarse en
cualquier momento.
Nunca hay que podar drásticamente, si el árbol no
está sano y vigoroso.
Además de podar para modelar, hay que podar para
conseguir una estructura que permita la llegada de la luz a todas las ramas y
las todas hojas puedan realizar la fotosíntesis.
En general, debemos quitar:
- todos los brotes de la base del tronco,
- las ramas que se cruzan,
- las ramas opuestas,
- las ramas que crecen muy verticales o que lo hacen hacia el interior del tronco.
Hay que tener cuidado de no podar
drásticamente las raíces durante el trasplante, podando sólo las raíces más gruesas y
dejando las más finas. También hay que aprovechar a podar las ramas no deseadas. En caso de duda sobre la cantidad de raíces que
tienes que podar, un truco seguro para no dañar el árbol es dejar 1/3 más
volumen de raíces que de parte aérea (copa), aunque siempre es preferible
preguntar a un experto, a otro aficionado o simplemente no podar ninguna raíz
hasta que no estés seguro.
Las podas fuertes de raíces
deben realizarse en el momento de los primeros trasplantes, con una poda
equivalente de ramas.
Entre la poda de ramas y el
trasplante (o viceversa) debería existir un intervalo mínimo de tiempo para no
acumular demasiadas operaciones agresivas a la vez, por ejemplo, 3 semanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario